domingo, 3 de marzo de 2013

Columna Fotoperiodística


                                                              Coliseo de Combate Guillermo Gaviria

Los nuevos escenarios de la unidad deportiva Atanasio Girardot de la ciudad de Medellín, se crearon en un principio para la realización de los juegos suramericanos o también llamados ODESUR en el año 2010; el arquitecto encargado de ésta tarea se inspiró en las montañas de Antioquia para Su novedoso diseño, aportando méritos en el futuro, de ser candidata para la realización de los juegos olímpicos de la juventud en el 2018 y para el reconocimiento como la ciudad más innovadora del mundo.

A propósito de éste tema, los encargados de éste galardón reconocen a Medellín como Una ciudad que conectó con sus lugares de trabajo y sitios de esparcimiento a sus ciudadanos, creando así innovación. Además reconocen la ciudad por su moderno sistema de transporte, su política medioambiental, museos, centros culturales, bibliotecas, escuelas públicas y escenarios deportivos que han permitido una integración de la sociedad.

Hasta ahí todo va muy bien, pero parece ser que dichos escenarios deportivos se construyeron con el propósito exclusivo de realizar eventos internacionales para lograr reconocimientos , porque los ciudadanos de Medellín no suelen practicar masivamente los deportes para los que estos escenarios fueron creados;  la lucha, la gimnasia rítmica y artística, balonmano y beisbol son ejemplos de esos deportes poco practicados y poco tradicionales para los paisas, que por el contrario en su gran mayoría, ven en el fútbol la oportunidad de aprovechar al máximo el tiempo libre y los momentos de esparcimiento.

Paradójicamente en la unidad deportiva Atanasio Girardot, para éste, el deporte “rey” en Colombia, solo se dispuso para los “aficionados”, una cancha de microfútbol, la cual se muestra un poco deteriorada y además genera una gran demanda por parte de los practicantes de éste deporte, que con el fin de evitar dolores de cabeza con los horarios de reserva, la cantidad de gente y demás, prefieren pagar el alquiler de una cancha sintética aledaña al sector a pesar de los altos costos económicos que estas implican.

Finalmente la elección de Medellín como la ciudad más innovadora del mundo se debe tener en cuenta que, éste es un premio que se gana cuantitativamente (por  votos de personas) y no cualitativamente (Dónde estamos en desventaja con ciudades como Tel Aviv y Nueva York a las cuales les ganamos), entonces partiendo de eso se debe tomar éste reconocimiento con sensatez, sabiendo que se tienen muchas cosas por mejorar, sobretodo en el deporte infraestructuralmente hablando, como derecho de todos los habitantes de Medellín, por ahora nos toca alegrarnos con tener estos escenarios deportivos que “nadie” utiliza paradójicamente en analogía con los estadios de fútbol de Sudáfrica, que después del mundial se han deteriorado por la falta de uso.





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