Coliseo de Combate Guillermo Gaviria
Los nuevos escenarios de la
unidad deportiva Atanasio Girardot de la ciudad de Medellín, se crearon en un
principio para la realización de los juegos suramericanos o también llamados ODESUR
en el año 2010; el arquitecto encargado de ésta tarea se inspiró en las
montañas de Antioquia para Su novedoso diseño, aportando méritos en el futuro, de
ser candidata para la realización de los juegos olímpicos de la juventud en el
2018 y para el reconocimiento como la ciudad más innovadora del mundo.
A propósito de éste tema,
los encargados de éste galardón reconocen a Medellín como Una ciudad que
conectó con sus lugares de trabajo y sitios de esparcimiento a sus ciudadanos,
creando así innovación. Además reconocen la ciudad por su moderno sistema de
transporte, su política medioambiental, museos, centros culturales,
bibliotecas, escuelas públicas y escenarios
deportivos que han permitido una integración de la sociedad.
Hasta ahí todo va muy bien,
pero parece ser que dichos escenarios deportivos se construyeron con el
propósito exclusivo de realizar eventos internacionales para lograr
reconocimientos , porque los ciudadanos de Medellín no suelen practicar
masivamente los deportes para los que estos escenarios fueron creados; la lucha, la gimnasia rítmica y artística,
balonmano y beisbol son ejemplos de esos deportes poco practicados y poco tradicionales
para los paisas, que por el contrario en su gran mayoría, ven en el fútbol la
oportunidad de aprovechar al máximo el tiempo libre y los momentos de
esparcimiento.
Paradójicamente en la unidad
deportiva Atanasio Girardot, para éste, el deporte “rey” en Colombia, solo se
dispuso para los “aficionados”, una cancha de microfútbol, la cual se muestra
un poco deteriorada y además genera una gran demanda por parte de los
practicantes de éste deporte, que con el fin de evitar dolores de cabeza con
los horarios de reserva, la cantidad de gente y demás, prefieren pagar el
alquiler de una cancha sintética aledaña al sector a pesar de los altos costos económicos
que estas implican.
Finalmente la elección de
Medellín como la ciudad más innovadora del mundo se debe tener en cuenta que,
éste es un premio que se gana cuantitativamente (por votos de personas) y no cualitativamente
(Dónde estamos en desventaja con ciudades como Tel Aviv y Nueva York a las
cuales les ganamos), entonces partiendo de eso se debe tomar éste
reconocimiento con sensatez, sabiendo que se tienen muchas cosas por mejorar,
sobretodo en el deporte infraestructuralmente hablando, como derecho de todos
los habitantes de Medellín, por ahora nos toca alegrarnos con tener estos
escenarios deportivos que “nadie” utiliza paradójicamente en analogía con los
estadios de fútbol de Sudáfrica, que después del mundial se han deteriorado por
la falta de uso.